VIVIENDO EN EL PALEOLITICO
En el principio Dios creó la tierra, el hombre las plantas y los animales, creó un Mundo perfecto, Dios creó todo en unión, creó una cadena perfecta donde muchos factores entrelazados dependían uno del otro y daban una armonía a la vida allí en el Huerto de Edén, el hombre vivía feliz, no le faltaba nada hasta que llegó satanás, el Príncipe de las Tinieblas, desde ese momento vino la complicación para nuestra raza. En la actualidad y específicamente en nuestro país a tantos años de desarrollo evolutivo y tecnológico, regresamos a épocas pasadas, y creo llegamos al Paleolítico. Preparémonos para esta etapa que ya creíamos extinguida.
Como arqueólogo que soy nunca me imaginé vivir momentos que solo imaginaba y que había leído en mis años de investigación, ahora valoro más a nuestra antigua raza, al hombre de Cromañón, al Australopiteco al hombre antiguo de América o de Cuba, comprendo el trabajo de aquellas comunidades en adquirir sus alimentos, como prepararlos, como se la ingeniaron para prender la candela para hacer un fogón y cocinar sus alimentos, pero también pienso ahora por lo vivido en cómo se la ingeniaban para trasmitir sus ideas, ya sabemos que escribían y pintaban en las paredes de las cuevas sus pensamientos y lo que querían decir, pronto haremos lo mismo, tendremos que llevar nuestras ideas y proyectos a las paredes de las cuevas. Ahora comprendo en verdad a ese hombre y de cómo luchó contra todo tipo de adversidad, ahora al preparar un fogón casero me imagino a ese hombre buscando tronco de madera, haciendo fuego ya que ahora sin tener experiencia tratamos obligatoriamente de imitarlos. Cuando me traslado en una coche con caballo, me imagino a nuestros ancestros, aunque por lo menos ellos, tenían animales, hoy son muy pocos las vestías para tirar de estos quitrines como le nombramos nosotros. He aprendido con ellos a ser solidario, con los necesitados, aunque esta solidaridad tiene límite por falta de recursos. En las noches pienso más en ese hombre, allí no habían apagones, las noches eran oscuras por naturaleza, en una cueva o quizás en un bohío trataba de mirar al firmamento para entretenerse contemplando las constelaciones y así adivinar las épocas propicias para poder desarrollar sus diferentes actividades, hoy nosotros comprendemos a este hombre, únicamente que aquí hay un pensamiento diferente, en las noches al llegar los apagones nos sentamos en los portales o en las terrazas a mirar el firmamento en espera después de varias horas para poder terminar de inventar en la cocina o pasar ya por agotamiento obligar a un sueño que a veces es una pesadilla y así pasar una noche sofocante, desesperado porque llegue el nuevo día, total, no se para qué. Al llegar el nuevo día a enterarme de las noticias del barrio, fulanito se volvió loco o fulanita se ahorcó, a diario son muchos los que no soportan esta situación desesperada y optan por esta situación tan terrible. Pero, ¿ pasaría así en el paleolítico ?, yo creo que no, ese hombre estaba tan comprometido con su vida diaria que el tiempo era muy dinámico y su mente estaba ocupada en los asuntos de su supervivencia. Muchos investigadores dicen que estos antiguos pobladores tenía una vida nómada y que eran holgazanes, no creo que fuera así, en verdad, ahora veo con claridad el porqué de la vida dinámica y las migraciones, observo a esos miles de cubanos que escapan de nuestro país hacia otros buscando nuevos horizontes, ahora entiendo a nuestros primigenios pobladores, y las razones porqué migraron, en nuestros tiempos no se puede tener una vida nómada, la vida es de mucha actividad obligatoriamente tiene que ser así, ahora holgazanes ¡ nó !, ahora hay que trabajar mucho, descubrir primeramente donde hay y después buscar, buscar para por lo menos sostenernos y tener fuerzas para el nuevo día.
Cuanto he aprendido en estos tiempos de ese hombre que no se por qué le llamaron paleolítico, creo que estamos soñando o quizás en una nueva era, un nuevo período glaciar, Ahora sí creo entender a ese hombre del Paleolítico.
